jueves, 31 de enero de 2008

El Mercado

Dentro de un Mundo, diferentes dimensiones; dentro de un evento, hay diferentes matices. La interpretación de aquellas cosas, por las cuales, hemos sufrido o gozado hacen de nosotros, seres capaces de mutar, de desarrollarnos y enfrentarnos a nuevos desafíos.
Para algunos un desafío, será una pesada carga difícil de soportar, pero lo hacen y aún así lo aceptan; habemos otros, que de solo ver nuestros desafios venir, buscamos la manera de huir hacia un lugar "seguro" que no existe, sino entre acordes musicales, dentro de un montón de madera; al rosar las cuerdas tensas, de un extremo a otros de una guitarra, en lo personal; o de maneras que van contra el mismo ser de cada uno, en otros casos. El punto es: ¿Qué hace que siga luchando aún cuando todo este "perdido"? (ese "perdido" más de alguno lo ha sentido; es como un demonio que lanza sus maldiciones contra nuestros sueños). La respuesta es: La Esperanza. Sí, la espera, la casi estúpida espera de que, el futuro será mejor, que aunque la muerte toque mi puerta hay más que esta vida mortal y más allá de esta hay una mejor de la que no conozco nada, pero sé que existe. ¿Raro?

Ahí se ve que la Esperanza no puede ser la única. No puede subsistir por sí misma. Hay algo más tan grande como ella pero con mucha más fuerza. Supuce que sería la Constancia, pero no, no lo es. Pense que era la Fortaleza, tampoco, ella tiene algo porque luchar, mi espera era casi inútil; quizás la Templanza que podría ser algo más equilibrado, pero pasaba por alto la Justicia. Hay algo más, de hecho lo había. Solo que se mira en menos, es la Fe. ¡¡¡¡¿La Fé?!!!! Más de alguna duda me dio -" pero si eso es de loco, ¿como va a ser la Fe lo que me da fuerzas, me levanta y me da esperanzas? Eso es de gente débil" dije.

La Fe, incomprendida, arraigada hasta la médula del alma humana ¿es la que mueve a este hombre?. Pero un problema. ¿En que debo tener Fe? Ahí se abrió un campo de ofertas una especie de llegar y llevar.
- "por la modica suma de no hacer nada, mas que respirar, puede usted luchar contra los miedos que le atomentan"- decia una- Lo ví y fue como un comercial de esos gringos que son chantas.
" Acá tenemos grandes ofertas de trabajo, exito asegurado no piense más!! - "no piense más" nunca en mi vida había oído algo semejante. La gente que me quería, hasta ese momento, siempre me decía que tenía que pensar.

Pase de largo, había que cotizar, dentro de ese siempre iluminado correrdor, había muchas luces de todo tipo, quizas demaciadas, que enceguecen a cualquiera, no obstante dentro de un callejón vi a un hombre apenas gritando su mercancía, solo hablando, aunque con seguridad, se veía que confiaba en lo que vendía; porque al contrario de otros mercados no había ni luces, ni letreros, solo él y su mercancía. No lo sé, pero algo en eso me convenció, aunque palabra alguna hubiece intercambiado. "Este hombre puede que me engañe, pero lo que tiene, al parecer, no vale mucho; así que lo tomaré y si no me gusta lo deshecho, simple" - dije... (...)

Continuará...